Re-escribir la ruta, rumbo y derrota estratégica

Son términos utilizados en aviación para señalar la trayectoria planeada que se desea seguir, la dirección a la cual se orienta el avión en vuelo y la trayectoria real recorrida. Ello constituyó una muy buena analogía con la que se movía el mundo de los negocios. Sin embargo, el desacople de esta relación se produjo hace tiempo. Imposible que un vuelo se lleve a cabo “disruptivamente”; es accidente fatal seguro. En cambio los negocios van dando saltos cada vez más quebrantadores de esquemas con propuestas que nos cambian el modo de vivir.

Hoy el instrumental de navegación se ha vuelto muy robusto y entrega increíbles facilitaciones y certidumbres al piloto al mando. Sin embargo, el empresariado vive en un ambiente de abruptas incertidumbres. Los números presentes bien podrían ser exitosos, pero también podrían representar una señal de statu quo. Proyectando estrategias de futuro encuentro incoherente y carente de seriedad continuar utilizando indicadores tales como ebitda, apalancamiento, participación de mercado, etc. Los veo como meras estadísticas longitudinales y de valor epidérmico. En la misma clasificación cae la planificación estratégica por tratarse de un estilo de pensamiento lineal y de ruta centralista. En el recuento de preferencias empresariales de los últimos 30 años, cerca del 75% decidió elegir ser líderes en costos, y vaya de qué forma si no fue “apretando a sus proveedores pyme”. 

Si observamos el conjunto de los actuales emprendimientos que tienen potencial de vanguardia comprobaremos que mayoritariamente en cantidad no corresponden a la formación de nuevas empresas familiares, pero si miramos la nuevas familiares, tienen su mirada en rubros tradicionales. La más firme confirmación de esta realidad la entregan los Family Office que muy pocos y con asustadiza timidez empiezan a apostar en capitales semillas o venture capital.  

En estos días BCG publicó que Chile continúa cayendo en su habilidad para convertir riqueza en bienestar. ¿Alguien se ha inquietado con esta noticia?

En columnas anteriores hemos señalado la relevancia del rol de mercado de las empresas y su visión a que aspiran ser o representar. Pero ello es historia válida solo para los modelos de negocios tradicionales. En el futuro, rol y visión, llegarán a ser correctamente definidos luego que se logre crear nuevas categorías competitivas (entiéndase modelos de negocios inexistentes), las que a su vez deben distinguirse por el signo de muy gratas experiencias que obtengan usuarios y consumidores. El set de valores de mercado estará más que nunca marcado por la esencia valórica y su contribución al bien común, dando origen a un cambio profundo en los precios relativos.

Tres son en resumen los tipos de empresas que “la llevarán” sin importar su rubro: 1.las “disruptivas” que nos sorprendan con propuestas que cambian el mundo, 2.las “innovadoras de lo tradicional” que contribuyan a reinterpretar la satisfacción de necesidades y 3.las “excluyentes de competidores”, aplicable a las tradicionales pero que logren elevar discretamente sus niveles de calidad y simultáneamente incrementen su eficiencia racionalizando sus costos y ofreciendo precios mucho más accesibles. Ninguna de estas tres se logrará construir basadas en comparaciones con las industrias actuales. Tampoco serán factibles manteniendo petrificados los patrimonios sin perseverar en la ruptura.        

 

Jorge A. Yunis J.
jorge.yunis@equitysbc.com
Director de Empresas Familiares
Senior Fellow & Mentor in Family Businesses