¿ES INÚTIL LA REFINANCIACIÓN DE DEUDAS?

Dos ideas-fuerza muy simples y concretas. Las obligaciones financieras fueron concebidas originalmente para “potenciar los resultados de los negocios”. Así muchas compañías han podido crecer y obtener mayores performances. Por otra parte, en tiempos de inestabilidad, obtener financiamiento “contribuye a los equilibrios del capital de trabajo indispensable” para mantener viable los negocios, no debiendo olvidar que este capital siempre debe formar parte de las inversiones permanentes de toda empresa.

Por lo tanto, resulta obvio que, a partir de cierto nivel de exceso de endeudamiento, cuando empieza la “obesidad financiera”, ello significa que existe alguna causa de fondo, de mal signo por supuesto, que empuja hacia una situación compleja y que además con toda seguridad empeorará progresivamente.

La reacción inmediata debiera ser encontrar esta raíz de males y resolverla.

FALSO AFÁN: ¿por qué se tiende en general a pensar que las deudas son las causantes de problemas financieros y no al revés, y que constituyen la consecuencia de algún otro factor del negocio? ¿Será entonces útil como gestión estratégica llevar adelante exclusivamente la refinanciación de deudas?

Nuestro rol, nuestro afán, es justamente estar atento para resolver este tipo de dilemas/problemas.